lunes, 1 de marzo de 2010

MAGIA NEGRA DE ESTADO, desde Sagua la Grande

DIVIDE Y VENCERAS YA ES UN VIEJO TRUCO DE BRUJOS MEDIEVALES QUE TODOS CONOCEN Y ESPERAN DE SU ENEMIGO, PERO ¿SE CONOCEN SUS VARIANTES MODERNAS?


En medio del dolor de la señora Reina Tamayo tras la pérdida de su hijo , la satánica sección de Seguridad del Estado de Cuba ya echó a rodar la bola de que ella (la madre del prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo) iba a dedicarse a robar niños para vengar a su hijo.

¡ Imaginan qué macabro falso testimonio!, como producido en los más infernales reductos de Belcebú. Eso nunca se había visto en la historia de la humanidad, es como una especie de Magia Negra de Estado, aplicada con los mejores instrumentos de la Psiquiatría moderna, para la pulverización del espíritu; el equivalente material sería echarle a un ser humano toda una jauría de perros hambrientos.

Para los desarrolladores de estas oscuras fórmulas ha sido muy sencillo haber llegado a esa conclusión, que la humanidad ha estado superando por dos mil años, el descubrimiento lo hicieron en un viejo libro llamado La Biblia, al invertir Los Diez Mandamientos que contiene, sin preocupaciones personales, ya que “Dios no existe”, según se encargaron sus cuidadosos maestros de enseñarles antes de continuar con las demás lecciones.

Ese valioso mandamiento de “No Levantarás Falsos Testimonios” encierra un poder demoledor en el comportamiento de las sociedades, y si Dios no lo hubiera dictado, el sabio hombre lo habría descubierto, porque aquí estaba la clave de muchos antiguos conflictos de las sociedades primitivas y medievales.

Veamos el valioso trabajo del Doctor en Psicología Guillermo Fariñas que este vecino nuestro ha realizado en días atrás (hoy en huelga de hambre en Santa Clara) titulado “Cadena de manipulaciones”, donde se analiza muy sabiamente el trabajo que realiza la SE (Seguridad del Estado) sobre las debilidades humanas más disímiles, entre ellas los sentimientos de inferioridad e inseguridad:


De pronto, una pareja de cohesionados colaboradores y entusiastas miembros de la emergente sociedad civil cubana comienzan a desconfiar el uno del otro. El trabajo que realizaban se atomiza y paraliza por la incomprensión entre ambos, hasta llegar hasta al extremo que se crean diferencias irreconciliables en la otrora unida pareja. Sus compañeros de luchas e ideas se quedan atónitos ante la brusca y dolorosa ruptura y se la achacan a las incompatibilidades de sus respectivos temperamentos. La sorpresa ante la quiebra de la colaboración prodemocrática de estos disidentes, obstaculiza observar el trasfondo de manipulación de la Seguridad del Estado.

Existen opositores poco entendidos en las intrigas urdidas por los servicios secretos castristas que dejan de tener en cuenta la profesionalidad de represores. Tras cada anticastrista existe un sistemático chequeo de su personalidad, tanto de sus fortalezas como de sus debilidades.

Nadie debe dudar que miembros activos de la Seguridad del Estado, quienes nunca muestran sus rostros, conforman los Equipos Multi Disciplinarios (EMD) que escrutan el día a día de cada anticastrista conocido. Estas unidades de análisis están conformadas esencialmente por abogados, psicólogos, psiquiatras, sociólogos y antropólogos sociales.

Un axioma que se utiliza en estos menesteres represivos es que los puntos fuertes de cada sujeto no deben ser tocados por los oficiales operativos. Mientras, los evaluados débiles son sobre los que tienen que incidir los uniformados punitivos, que le dan la cara a aquellos considerados contrarrevolucionarios.


Muchos son los métodos para enemistar a íntimos y peligrosos luchadores pro-democracia. Sin embargo, refieren antiguos oficiales de la Dirección General de Contra Inteligencia del Ministerio del Interior, que uno de los más prácticos es el conocido como Manipulación en Cadena.

Esta metodología represiva consiste en crear en uno de los individuos, considerados desestabilizadores del poder totalitario, una mezcla de sentimientos hacia el prójimo, como la envidia, inferioridad y desconfianza, para levantar una insuperable barrera psicológica entre ambos disidentes, que no les permita trabajar juntos.

Para esto, se escoge a un grupo de agentes secretos encargados de levantar toda una cadena de calumnias respecto a uno de los integrantes del dueto de opositores. Estos infiltrados pueden tener fachada de supuestos opositores pacíficos organizados e incluso la de simples desafectos al gobierno castrista. Entonces, de un modo dosificado, le hacen llegar inventadas actitudes poco íntegras sobre su hermano de batallas cívicas. Estas calumnias pueden ir desde unas falsas o exageradas compras con divisas libremente convertibles hasta el irrespeto para con el cónyuge.

Al principio, arriban estas informaciones a la conciencia de uno de los atacados y este no le da credibilidad alguna. Pero cuando estas noticias se sistematizan, entonces comienza a dudar en cuanto a la rectitud de su compañero de luchas e ideas, pues la falta de fiabilidad a nivel social incide en el opositor cuestionado, porque el no vive en una urna de cristal.

Por su parte, el oponente calumniado interpreta esta posición de duda sobre su honradez como una colaboración con los órganos represivos para obtener algún tipo de prebenda. Lo que ambos a veces nunca llegan a entender es que son víctimas de sus propias debilidades personales y que cayeron en una cadena de manipulaciones.

Hasta aquí este valioso informe que nos actualiza y pone en guardia sobre los tenebrosos usos de la Psiquiatría en la Cuba Castrista.

Bendita Magia Blanca de Dios que neutraliza el hechizo con la sola sospecha.


Por Pepe Beltrán, desde Sagua
Dedicado a mis queridos sagüeros enemistados.